Libros, fanzines, prints y remeras de artistas

    Colección Poesía y Ficción Latinoamericana ‖ 80 páginas ‖ 14 x 21 cm.


    «Como todas las personas que no me gustaron nada al principio, Guillermo Iuso me gustó mucho después de conocerlo más. Todas mis simpatías empezaron por broncas y mis amores a primera vista terminaron en odios asesinos (pero esa es otra contratapa).En Todo lo que pasó

    Iuso le saca el jugo (todo él es un elogio de la sustancia en el alambique de su cuerpo-laboratorio) a una poética de la autodegradación, valerosa por su disputa con la ilusión de prestancia que pervive aún en la exhibición de una Sophie Calle como despojo amoroso o en la demencia arty de una Yayoi Kusama. Es un dandy negro que en vez de nadar con ruleros por los canales de Venecia como Lord Byron o salir a la calle sosteniendo un pomelo en la mano como el hermoso Brummel, organiza el itinerario de un moco bajo un chorro de surtidor.Es un cronista de la abyección, una abyección alegre y contable en pajas, speeds, alcohol, salidas en la televisión, grasas saturadas, niveles de colesterol así como el viejo Bukowski se jactaba de que murieran antes los médicos que los borrachos y de sus arterias limpias como cañerías sin estrenar– Iuso se jacta de haber bajado el colesterol malo sin haber disminuido sus excesos de Pantagruel en la era del MDMA».

    María Moreno


    Todo lo que pasó - Guillermo Iuso (Mansalva)

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    Colección Poesía y Ficción Latinoamericana ‖ 80 páginas ‖ 14 x 21 cm.


    «Como todas las personas que no me gustaron nada al principio, Guillermo Iuso me gustó mucho después de conocerlo más. Todas mis simpatías empezaron por broncas y mis amores a primera vista terminaron en odios asesinos (pero esa es otra contratapa).En Todo lo que pasó

    Iuso le saca el jugo (todo él es un elogio de la sustancia en el alambique de su cuerpo-laboratorio) a una poética de la autodegradación, valerosa por su disputa con la ilusión de prestancia que pervive aún en la exhibición de una Sophie Calle como despojo amoroso o en la demencia arty de una Yayoi Kusama. Es un dandy negro que en vez de nadar con ruleros por los canales de Venecia como Lord Byron o salir a la calle sosteniendo un pomelo en la mano como el hermoso Brummel, organiza el itinerario de un moco bajo un chorro de surtidor.Es un cronista de la abyección, una abyección alegre y contable en pajas, speeds, alcohol, salidas en la televisión, grasas saturadas, niveles de colesterol así como el viejo Bukowski se jactaba de que murieran antes los médicos que los borrachos y de sus arterias limpias como cañerías sin estrenar– Iuso se jacta de haber bajado el colesterol malo sin haber disminuido sus excesos de Pantagruel en la era del MDMA».

    María Moreno


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