Fanzines y libros
Sangre y pan, de Shira Rubentein
El pan no sería lo que es sin su greña, el corte que se le hace justo antes de meterlo al horno oscuro e infernal. La cicatriz es una zona más de su corteza, pero primordial. En definitiva, la marca que hizo posible su expansión, liberando la humedad de la masa.
Este libro fue escrito entre el norte y el sur de América, y fue creciendo a través de un inventario de esperas que logran unir las puntas: con la cautela del movimiento y el temblor que hace circular conmoción. Placas tectónicas que no terminan de acomodarse hasta el final del poema.
S.R. adoptó el castellano como lengua de destino para su obra. Se aparta de la hegemonía invisible que ejerce una lengua materna cualquiera. En el trayecto de origen a destino, las palabras se adhieren a las materias, aprenden a vibrar lo mismo. Así, re-ligándose, puede leerse como un texto sagrado. Así el lenguaje se vuelve una tierra santa por descubrir otra vez: la observación mesurada que más que velar por los detalles, los honra.
Sangre y pan, de Shira Rubentein
El pan no sería lo que es sin su greña, el corte que se le hace justo antes de meterlo al horno oscuro e infernal. La cicatriz es una zona más de su corteza, pero primordial. En definitiva, la marca que hizo posible su expansión, liberando la humedad de la masa.
Este libro fue escrito entre el norte y el sur de América, y fue creciendo a través de un inventario de esperas que logran unir las puntas: con la cautela del movimiento y el temblor que hace circular conmoción. Placas tectónicas que no terminan de acomodarse hasta el final del poema.
S.R. adoptó el castellano como lengua de destino para su obra. Se aparta de la hegemonía invisible que ejerce una lengua materna cualquiera. En el trayecto de origen a destino, las palabras se adhieren a las materias, aprenden a vibrar lo mismo. Así, re-ligándose, puede leerse como un texto sagrado. Así el lenguaje se vuelve una tierra santa por descubrir otra vez: la observación mesurada que más que velar por los detalles, los honra.